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08 de Noviembre 2017
Arturo Chacón señala que la mancha urbana contribuye al daño
FÁTIMA PAZ ALFARO
Degradación ambiental y abuso de los recursos naturales experimenta la capital michoacana por la pérdida de las superficie de recarga de mantos freáticos, la sobreexplotación de las fuentes superficiales de agua y la ausencia de una planeación sustentable, lo que se traduce en un crecimiento desordenado, advirtió Arturo Chacón Torres, académico adscrito a Instituto de Investigaciones de los Recursos Naturales (Inirena), de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).
De acuerdo con Chacón la problemática que enfrenta Morelia respecto a la disponibilidad de agua para consumo humano y de los ecosistemas radica en la reducción y afectación de las zonas que abastecen del líquido a la población.
Refirió que la zona de Santa María, el cerro del Águila, La Mintzita, la zona Los Intzícuaros y los ríos Grande y Chiquito, constituyen los principales puntos de abastecimiento de agua con que cuenta Morelia, los que reportan distintos grados de deterioro y agotamiento.
Detalló que en Santa María el daño se inició con la edificación de los desarrollos habitacionales, comerciales y empresariales de Altozano, lo que agotó las cañadas y los cuerpos de agua superficial que, mediante infiltración, alimentaban a la ciudad, en tanto que en puntos como el cerro del Águila y el manantial de La Mintzita, que proveen de agua subterránea, los suelos volcánicos permiten la existencia de agua entre cinco y 200 metros de profundidad, si bien contaminada por la operación del antiguo relleno sanitario, como lo han evidenciado muestreos efectuado en los pozos en el área de Los Itzícuaros.
Asimismo, Chacón Torres dijo que la instalación de desarrollos habitacionales al poniente de Morelia también contribuyó al deterioro de este espacio, comprendido entre la antigua carretera a Quiroga y la autopista a Pátzcuaro, por la descarga de aguas residuales a los mantos freáticos, mientras que los ríos Grande y Chiquito son usados como canales transportadores de residuos sólidos y vertederos de aguas negras más que como aportadores de agua para consumo humano y ecosistémico.
Reiteró que la conjunción de la deforestación para sustituir espacios arbolados por sistemas productivos o zonas habitacionales, la erosión resultante y la reducción de la vida vegetal generan en Morelia el deterioro de las fuentes de abastecimiento y la falta de agua para la población.
Morelia, sin agua
Cerca del 50 por ciento de las fuentes de abastecimiento de agua para Morelia se encuentran abatidos, lo que genera una menor disponibilidad del líquido para consumo humano, dijo Roberto Valenzuela Cepeda, titular del Organismo Operador de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOAPAS).
Para buscar recuperar parte de la productividad de los pozos donde se ha detectado tendencia a la baja en la obtención de agua, se debe elevar la inversión al mantenimiento de la infraestructura, aunque ello sólo hará posible recuperar una fracción de la pérdida, precisó Valenzuela.
El funcionario agregó que el término de la vida útil de los pozos de abastecimiento, además de la falta de infiltración a los mantos freáticos, dificultan la extracción de agua en la ciudad e impulsa a la búsqueda de nuevas estructuras, proceso largo y complejo en el que se deben realizar inversiones importantes sin garantía de obtener resultados favorables.
De acuerdo con el sitio en Internet del OOAPAS, al momento 11 de 63 fuentes de abastecimiento de agua en operaciones en la ciudad registran baja en el gasto, lo que implica una menor disponibilidad de líquido para consumo de residentes de 10 colonias, que son Tres de Agosto, Ejidal Isaac Arriaga, Ilustres Novohispanos, Ampliación El Realito, Rinconada de Morelia, Residencial Torreón Nuevo, Rincón Quieto, Unión Ejidal Isaac Arriaga, Valle del Real y Villas del Real.
Aire, en proceso de degradación
Arturo Chacón Torres agregó que no sólo se encuentra en malas condiciones el agua en la capital del estado, sino que el aire también se ha visto afectado, sobre todo por la actividad antropogénica, como la sustitución de espacios arbolados por desarrollos habitacionales y sistemas productivos.
Alertó que actualmente en Morelia se presenta una isla de calor que genera un diferencial de temperatura de hasta tres grados Celsius entre la zona urbana y la zona rural de la capital michoacana.
Factores como la afluencia de grandes cantidades de automotores en vialidades donde la velocidad oscila de siete a 17 kilómetros por ho carbono; la presencia de la fábrica de Kimberly Clark en la entrada de la ciudad, donde el viento arrastra las emisiones tóxicas a la mancha urbana, y la invasión de zonas arra, triplica la emisión de dióxido de boladas en los cerros del Quinceo y Punhuato por fraccionamientos y desarrollos habitacionales han impulsado la degradación de la calidad del aire en la capital.
11 FUENTES de abastecimiento de 63 que hay registran baja inversión
200 METROS de profundidad hay agua contaminada por un relleno sanitario
De acuerdo con los datos del programa de calidad del aire, en Morelia, de 2015 a 2016, se observó una mayor presencia en la atmósfera de contaminantes como el dióxido de nitrógeno, que pasó de 74 a 72 por ciento de mediciones con niveles buenos en 2015, a 72 por ciento en 2016; monóxido de carbono, que decayó de 81 a 79 por ciento de mediciones buenas, y ozono que pasó de 66 a 61.3 por ciento de mediciones buenas; en contraste, se registró un aumento de micropartículas y microorganismos en suspensión, esto al pasar de 26.10 a 39.6 por ciento de mediciones buenas.
EN RIESGO
Algunas especies que están en peligro por contaminación en Morelia
