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30 de Octubre 2019
Por Natalia A. Ramos Miranda
SANTIAGO, 30 oct (Reuters) – El gobierno de Chile anunció el miércoles que no será anfitrión de la cumbre de los países del Asia Pacífico APEC y de la cita global sobre cambio climático de Naciones Unidas COP25, debido a una ola de protestas contra la desigualdad social que han sacudido al país.
Las mayores movilizaciones que vive el país sudamericano desde el retorno a la democracia en 1990, que han dejado al menos 18 muertos, cientos de heridos y miles de detenidos en casi dos semanas, han derivado en serios problemas de orden público con saqueos, incendios de estaciones de metro y comercios en la capital y otras ciudades.
“Esta ha sido una decisión muy difícil, una decisión que nos causa mucho dolor, porque entendemos perfectamente la importancia de la APEC y de la COP25 para Chile y para el mundo”, dijo el presidente Sebastián Piñera en una breve declaración en uno de los patios del Palacio de La Moneda.
“Lamentamos profundamente los problemas y los inconvenientes que esta decisión va a significar tanto para la APEC como para la COP, pero como presidente de todos los chilenos tengo siempre que poner los problemas y los intereses de los chilenos, sus necesidades, sus anhelos y sus esperanzas, primeros en la fila”, dijo el mandatario.
Estaba previsto que la cumbre de la APEC congregara a una veintena de líderes mundiales, entre ellos el presidente estadounidense Donald Trump y el de China Xi Jinping, el 16 y 17 de noviembre en Santiago. El ruso Vladimir Putin ya había comunicado que no vendría a Chile.
La cancelación podría frustrar la posibilidad de que los líderes de las dos mayores economías mundiales puedan reunirse en territorio neutral, aunque el gobierno de Trump indicó que mantiene viva la esperanza de poder sellar el pacto el próximo mes.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo a Reuters que la suspensión sorprendió a Washington.
La COP25, cuya realización estaba prevista entre el 2 y el 13 de diciembre, reuniría a representantes de unos 200 países en la capital chilena para debatir compromisos medioambientales que permitan limitar el aumento de la temperatura global.
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SE BUSCA SEDE
Tras hacerse pública la noticia de la cancelación, la secretaria ejecutiva de la ONU sobre el cambio climático, Patricia Espinosa, dijo que “ahora estamos viendo opciones alternativas de sede”.
La ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt, dijo más tarde en una conferencia de prensa que entre las opciones que se barajan para albergar la cumbre están algunas de las sedes de la ONU, como Nueva York o Ginebra, y al menos tres países que no identificó y se habían mostrado interesados.
El excanciller Heraldo Muñoz, presidente del partido opositor PPD, consideró que esta decisión representa “un golpe para la política exterior y proyección internacional de Chile”.
“Chile siempre ha organizado eventos importantes sin problemas, por lo que esta duda sobre si puede organizar un evento de esta naturaleza es negativa, aunque no creo que sea un efecto perdurable, pero a corto plazo sí”, dijo a la prensa.
El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Teodoro Ribera, aseguró que la seguridad no fue el motivo principal para suspender las cumbre, ya que, según señaló, podía garantizarse “fácilmente”.
“El tema era la señal política que el presidente quiso hacer, de no destinar de los próximos 60 días, 20 días de ellos a cumbres internacionales”, agregó. Días antes había dicho que las dos citas se realizarían a pesar de las fuertes protestas.
El martes también volvieron las protestas al centro de Santiago y fuerzas policiales se enfrentaban a manifestantes que prendieron fuego a barricadas en la Alameda, una de las principales avenidas de la ciudad.
Otra de las grandes citas en entredicho era la final de la Copa Libertadores entre el club argentino River Plate y el brasileño Flamengo en el Estadio Nacional de Santiago el 23 de noviembre.
No obstante, la recién nombrada ministra del Deporte, Cecilia Pérez, dijo a la prensa que ratificó a la Conmebol “la firme voluntad de que la final de la Copa Libertadores se haga en Santiago”, al tiempo que añadió que es “una tremenda fiesta deportiva y que le hace bien al país”.
En el mercado cambiario, el dólar cerró a su nivel más alto desde marzo de 2003 a 738,80/738,50 pesos en medio de una toma de posiciones producto de la ola de protestas y por medidas de resguardo ante los feriados locales de jueves y viernes.
Por su parte el principal índice de la Bolsa de Santiago cayó un 2,80%, a 4.744,13 puntos, tras haberse desplomado a 4.739,87 puntos después del anuncio del presidente.
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(Reporte Mesa de edición en Santiago de Chile; escrita por Javier López de Lérida, Marion Giraldo, Natalia Ramos y Carlos Serrano)
