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21 de Febrero 2020
Por Parisa Hafezi y Babak Dehghanpisheh
DUBÁI, 21 feb (Reuters) – Los iraníes comenzaban a acudir a las urnas este viernes en unas elecciones parlamentarias que probablemente ayudarán a los gobernantes religiosos a reforzar su poder, mientras el país se enfrenta a una mayor presión de Estados Unidos por su programa nuclear y a un creciente descontento en casa.
Con miles de potenciales candidatos descalificados en favor de partidarios de línea dura leales al líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, no se espera que el voto influya en la tensa relación del país con Estados Unidos.
Aunque el parlamento no ejerce un poder significativo, una mayor presencia parlamentaria del ala dura podría debilitar a los pragmáticos y conservadores que apoyan la teocracia gobernante, pero apuestan por un mayor compromiso con el mundo exterior.
Un mayor número de escaños de línea dura en la asamblea también podría ayudarles en las elecciones a la presidencia de 2021, institución que ejerce un intenso control sobre el gobierno.
La retirada de Washington en 2018 del acuerdo nuclear de Irán con las potencias mundiales y la posterior reimposición de sanciones a la república islámica ha perjudicado a los pragmáticos que apoyaron el pacto.
Las tensiones entre Irán y Estados Unidos han aumentado drásticamente desde que un ataque con aviones no tribulados de EEUU mató al comandante militar más destacado del país, Qassem Soleimani, en el aeropuerto de Bagdad el 3 de enero.
Irán tomó represalias el 8 de enero atacando objetivos estadounidenses en Irak con misiles balísticos de fabricación nacional, que no causaron víctimas mortales, pero sí lesiones cerebrales a más de 100 soldados.
La televisión estatal dijo que la votación para elegir los 290 diputados de la asamblea durará 10 horas y puede ser ejercida por un electorado de 58 millones de iraníes.
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(Información adicional de Babak Dehghanpisheh; escrito por Parisa Hafezi; traducido por Jose Elías Rodríguez en Madrid)
